jueves, 22 de septiembre de 2011

Narco-Colombia


Los años 70 fueron los de la marihuana. Para cuando la Guajira dejó de ser el principal exportador y comenzó el proceso de la erradicación con glifosfato. Aunque tampoco se conformo una verdadera mafia que desestabilizara el estado, si se empezó a ejercer la corrupción. Aunque no salió del Caribe Colombiano.
La segunda etapa se dio en los 80 cuando llegó la fiebre de la cocaína. Un negocio que producía mas ganancias en relación con su volumen. Se dio inicio a la producción y el procesamiento de la hoja de coca, y se comenzó a enviar a Estados Unidos utilizando rutas de redes de marihuana y de contrabando. En Antioquia refinaban la pasta básica, por eso cuando llegó la decadencia de la marihuana, ellos ya iban un paso adelante y se empezó a crear el cartel de Medellín, con la figura central de Pablo escobar y lugartenientes como Carlos Lehder, también con Gonzalo Rodríguez Gacha (“el Mexicano”). En este entonces nadie pensaba que pudieran llegar a organizarse tanto. Lo mismo que pasaba con la guerrilla de revolver y palo, sin rockets, ni cilindros de gas como ahora.
Las verdaderas mafias se consolidaron rápidamente con ayuda de la enorme inmigración de colombianos a los Estados Unidos, sin esta no hubiese sobrevivido ninguna mafia del mundo. Acá se empieza a notar el empuje y el ingenio paisa que permitió a Medellín apropiarse del negocio.
La tercera etapa se baso en el negocio de la amapola. Quienes trajeron este problema fueron los Afganos y los paquistaníes. Ellos entraban con visa de turismo vía Perú, Ecuador o Bolivia, ya estando aquí daban las instrucciones para la siembra. La cónsul colombiana en Ecuador contó que unos afganos y paquistaníes habían pedido visa para entrar al país, y fueron estos los que le enseñaron al cartel de Cali, especialmente a José Santacruz, a sembrar amapola. Al parecer fue el mismo Santacruz quien trajo a los afganos y paquistaníes para impulsar la heroína en Colombia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario